Hace tiempo, un amigo que contaba que no entendía que una mujer pudiera aguantar media vida sufriendo maltratos. Recuerdo que pensé que es curioso que la gente se haga ese tipo de planteamientos, y en cambio no se cuestione que un tipo pueda pasarse media vida machacando y anulando a otra persona, como si fuera un saco de arena. Y también pensé que bien mirado no es tan difícil de entender, que ya existe una palabra para hacerse una composición de lugar: "secuestro". Cuando alguien conoce todo de ti, sabe donde vive tu familia -no digo si ya hay hijos en común-, y tienes la certeza de que es un psicópata, es muy difícil tomar las de Villadiego sin tener en cuenta consecuencias. Para mí es relativamente complicado ponerme en el lugar de una mujer maltratada, porque yo no soy hembra, y por tanto no formo parte del grupo de riesgo. Pero sí tengo muy claro que esas mujeres se quedan SOLAS. A la hora de la verdad sólo responden de sus pellejos ellas mismas; ahí están las estadísticas de asesinadas. Y los jueces viven en otro mundo, de todos es sabido, y la sociedad aún acepta como algo cotidiano y concebible que un hombre machaque a palos a una mujer. Hay que tener muchas pelotas para hacer el macuto, cruzar la puerta y dejar detrás a un loco, a sabiendas de lo dicho.
Y conste que esto es un análisis muy, muy superficial, porque también hay que contar con el enorme impacto en la víctima cuando comprueba que quien dice que te quiere, te está destrozando. El Trastorno de Estrés Postraumático es la secuela común e inevitable. Un trastorno que comparten -para que se hagan una idea- con los excombatientes de guerra y las víctimas de desastres naturales.
Es algo sabido que el maltratador no es una persona normal, generalmente sufren una serie de trastornos que se expresan en su comportamiento psicopático. Desde un punto de vista práctico, interesa estudiarlos -ya se hace, de hecho- para informar a las mujeres de las señales que adviertan de un posible maltratador. Y cada vez está más claro que esos tipos tendrían que pasarse la vida en una institución psiquiátrica, hasta su rehabilitación, si ésta es posible.
Pero entretanto, un poco de sensatez. Que los jueces no dejen a esos individuos por la calle, que las órdenes de alejamiento no son suficientes y dependen de la voluntad de un trastornado que ya ha demostrado que no tiene límites, ni teme a las consecuencias de sus actos (algo característico de la psicopatía). Que los amigos y los vecinos, y la sociedad en general, arropen de forma útil y eficiente a las víctimas. Que se erradiquen las creencias que venimos arrastrando: que es un asunto doméstico, una riña de pareja, o que existe cierto grado de culpabilidad en la víctima porque ella eligió su pareja, o porque aguantó años bajo esa situación. Hay que tener muy claro que el maltratador suele tener habilidades sociales con el resto de personas, y aparenta una normalidad que contribuye a este tipo de ideas. Solamente hay que pensar que si aparenta normalidad entre la vecindad, no difícil entender que la primera engañada fue su víctima.
Millones de personas salieron a la calle para protestar por la guerra de Irak. Ojalá tuvieran el mismo apoyo nuestras mujeres maltratadas. No sé a ustedes, pero a mí esta situación me parece demencial.
(...)
hay una sola grieta
decididamente profunda
y es la que media entre la maravilla del hombre
y los desmaravilladores
aún es posible saltar de uno a otro borde
pero cuidado
aquí estamos todos
ustedes y nosotros
para ahondarla
señoras y señores
a elegir
a elegir de qué lado
ponen el pie.
Mario Benedetti
(Hoy es 25 de noviembre, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer... y mañana, también)
Me pide el cuerpo encontrarte de nuevo. Serte en la medida en que me lo permites, algunas noches, entre tus sábanas, tú olor de almohada, ya sabes, como siempre, mi paraíso. Estoy tan perdido como encontrado cuando buceo entre tus humedades de mujer. Y sin embargo, esta claridad, la lucidez de tus palabras que me cuentan que estoy muerto para un lugar que pretendo alcanzar, aunque en otros reine como todo un señor, jamás me abandonan. Soy consciente de que me dejaría por una caricia tuya, de las de verdad -como aquella noche ebria, cuando me amaste sin remedio, y era todo alcohol y fantasía-, y también soy consciente de que el amor que te tengo es algo nuevo para mí, por limpio e indiferente a difíciles consecuencias. Pese a todo -esperanzas y desánimos, pamplinas de enamorado y ausencias resentidas-, no voy a marear tu nombre mucho más. Estoy aquí tan sencillamente como podría estar en otro lugar. Y aquí es al lado tuyo. A causa de la casualidad, y en parte por el triste encanto de tu mirada y tu hacer y decir. Es tu historia la que me atrapa, cerca tuyo, dejando mi mano a tu alcance, porque es de justicia que la mujer que eres triunfe en las indiferencias y las calamidades de este mundo de plástico y resignación.
A continuación copio el texto íntegro de un correo enviado al foro de psicología por el que pululo desde hace un par de años. Me pareció muy interesante, porque hace una distinción muy práctica sobre dos tipos de afecto muy diferentes, y que tienden a confundirse. Lo escribe Fátima, licenciada en psicología.
El amor ya está definido sin tópicos culturales (vease Psicología social). Principal componente del amor: preocupación por el bienestar del otro. Todas las clases de amor, filial, fraternal, romántico (se refiere al amor de pareja) comparten esa característica.
Este artículo que parece ser banal no lo es, muy al contrario, precisamente nosotros culturalmente entendemos amor como enamoramiento y de ahí la cantidad de sufrimiento gratuíto que vemos por el mundo causado en la mayor parte de las ocasiones por un error de concepto.
Ya hemos oído en alguna ocasión que el amor suele durar como máximo unos tres años, y después nosotros llamamos cariño, costumbre, etc. a lo que queda en una pareja.
Pues no, lo que dura esos tres años arriba o abajo es el enamoramiento como búsqueda de recompensa, ese estado en el que lo único que nos importa es la satisfacción de nuestros anhelos, esa ceguera que nos impide ver en multitud de ocasiones que lo que nosotros queremos puede no ser bueno para nuestro objeto de enamoramiento.
En esas ocasiones cuando llega una ruptura nos encontramos con un sujeto frustrado, llegando incluso a la malignidad, a las más retorcidas tretas por conseguir su recompensa. Y en más de una ocasión yo he escuchado: ¡es que yo lo amo, o la amo!
Diferente es pues del amor. Si el amor es una emoción compleja compuesta entre otras cosas de la preocupación por el bienestar del otro, se prioriza ese bienestar aunque ello signifique la renuncia al objeto amado. Y esa renuncia no provoca frustración muy al contrario. Puede sentirse uno triste, o melancólico, u otras cuantas cosas más, pero jamás frustrado.
Y eso es lo que puede durar toda una vida, el amor.
Tenemos miles de ejemplos prácticos de esta confusión de conceptos, incluso tenemos dichos populares como: "un clavo saca otro clavo", estas prácticas contrarrestan la frustración que provoca el no conseguir la recompensa, se busca otra y punto. De ahí también ese simil con el TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo) que ya comenté en una ocasión al analizar la conducta de un sujeto, en realidad un sujeto enamorado está obsesionado y sólo calma su ansiedad con un ritual concreto.
Torpemente (mientras no había confirmación empírica) algunos distinguiamos esto como amar mal (enamoramiento) o amar bien (amor).
Yo creo que el único camino hacia la felicidad es conocerse a uno mismo y estás cosas nos proporcionan mucha información, si yo sé que estoy simplemente enamorada y ese enamoramiento no es correspondido no tengo por qué tirarme por la ventana, porque no es amor, y ¿que significa eso? que no he encontrado a la persona adecuada.
No sé si he conseguido explicarme, pero tenemos miles de personas rompiendo parejas, deprimidas o desesperanzadas que no tienen realmente por qué sentirse de ese modo, todo su sufrimiento parte de una "distorsión cognitiva".
Un amoroso saludo a todos,
Fátima
"Cada problema por pequeño que sea se convierte en un mundo, todo es gigante, deforme, monstruoso, un agobiazo... y eso es lo que le pasaba a Rafa, no entendía que la vida... la vida es otra cosa... la vida es disfrutar cada día, disfrutar de los viernes, joderse los lunes, jugar en los parques, llorar en los hospitales, y abrazarte a quien te abraza y a quien no te abraza no te abrazas, y ya está, y no pasa nada. Y enfrentarse a los problemas, a todos, los pequeños y a los grandes. Y ganarles a veces, y a veces no. Echarlos fuera. Y caerse, levantarse, y volverse a levantar las veces que haga falta."
(De la película "La gran vida")
Voy en el coche, camino hacia el oeste, y me esperan dos horas largas de carretera. Con alguien charlando al lado se hace más entretenido, así que decido parar la música y poner la radio. En un instante, un berraco toma al asalto los altavoces de mi cocha (sí, como otros tantos, he descubierto que mi coche es hembra, pero eso se merecería otro post para contar los porqués). El elemento en cuestión grita como un energúmeno, dice algo de pases, balón y los nombres de unos señores que no conozco. Mientras tanto, otro con voz más calmada va comentando lo que el otro grita. Como mi pretensión es arribar a destino entretenido y no con dolor de cabeza, cambio el dial. Tres cuartos de lo mismo: las voces tienen distinto timbre, pero el berraco y el calmado siguen ahí. Pruebo otra vez en distinta emisora. De nuevo aparecen. Estoy empezando a pensar que me persiguen, porque no puede ser que todas las emisoras de radio acuerden ignorar los gustos y preferencias de los que no deseamos gritos, ni balones sobre el cesped, ni hinchas vocingleros, ni banderas de juguete (y que al fin y al cabo respresentan a entidades privadas como pueden serlo Coca-Cola o Telefónica). Por fin desisto y vuelvo a poner la música. Prefiero escuchar mi propia voz cantando, por fea que suene.
A la vuelta -vamos a ahorrar líneas- me ocurre exactamente igual. Esta vez el fastidio medra hasta alcanzar tonalidades de odio visceral. Se me ocurren pequeñas ideas a forma de desahogo, como quemar el estadio de mi ciudad, y también fantasías varias, convertirme durante unos días en Aznar (más no sería soportable) y prohibir el futbol, o mejor aún, que en los descansos obliguen al personal a escuchar una disertación de Sanchez-Dragó sobre su propia labor literaria.
Pasan un par de horas, y me dirijo hasta mi lugar de trabajo, deseando contar estos rencores y sus causas a mis compañeros. Pero resulta completamente imposible, apenas aparezco por la puerta escucho altas voces. Me acerco curioso y prudente, por si hay guantazos, no vaya a salpicar. Pero no. Qué va. Es que dos discuten sobre el partido del Real Pichulín y el Fubol Club Campelona. Por lo visto la actuación del árbitro fue vergonzosa.
Si alguien encuentra un pasaje baratito a Marte, me lo comunique. Yo llevo las pilas para la radio.
(Fubol. Qué tiempos aquellos de tertulias, cuando las personas se interesaban por lo que ocurría con otras personas. Esta mierda de legado que nos dejó esa otra mierda llamada Franco, Generalísimo y últimamente Hijo de Puta. Durante cuarenta años sólo se podía hablar de futbol. Ahora que disponemos de la posibilidad de ampliar horizontes, hemos decidido atracar en este lugar de simplezas, noticias que no son noticias, sino un producto más a consumir, y de carencia de sensatez y conciencia sobre los verdaderos problemas, propios y ajenos. Menos mal que el domingo es día de liga y podemos distraernos un poco, ¿verdad?)
Soy mi cuerpo. Y mi cuerpo está triste, está cansado. Me dispongo a dormir una semana, un mes; no me hablen.
Que cuando abra los ojos hayan crecido los niños y todas las cosas sonrían.
Quiero dejar de pisar con los pies desnudos el frío. Échenme encima todo lo que tenga calor, las sábanas, las mantas, algunos papeles y recuerdos, y cierren todas las puertas para que no se vaya mi soledad.
Quiero dormir un mes, un año, dormirme. Y si hablo dormido no me hagan caso, si digo algún nombre, si me quejo. Quiero que hagan de cuenta que estoy enterrado, y que ustedes no pueden hacer nada hasta el día de la resurrección.
Ahora quiero dormir un año, nada más dormir.
Jaime Sabines
Nunca imaginé que pudiera existir una ciudad sin sol. Todos los días eran grises, aunque estuve poquito tiempo y tal vez era el color de la temporada. Allí conocí a T., un muchacho extraordinario de treinta y pocos años, con muchas ganas de vivir y hacer. Durante dos días convivía con él, y me ocupaba de cuidarle. Lo más difícil para mí era moverlo de un lugar a otro. Aunque disponía de una pequeña grúa, hacerlo de forma que no fuera doloroso para él era complicado. A pesar de todo T. lo ponía siempre todo muy fácil, tenía mucha paciencia y me permitía aprender poco a poco. Tengo muy buenos recuerdos, y algunos menos gratos, como aquella vez que me perdí en la ciudad con el coche volviendo de hacer la compra, y cuando conseguí regresar me lo encontré frente a un PC bloqueado, su herramienta de trabajo. Media hora mirando una pantalla inmóvil, tan inmóvil como él. Con T. comprendí que lo esencial es la actitud y la energía de que se dispone, y que hemos aprendido a quejarnos en vez de fabricar remedios.
Y toda esta parrafada porque he tropezado con un botecito de cacao lleno de bolígrafos y portaminas, el único recuerdo que traje: Drinking Chocolate Just Add To Hot Milk.
"(Ésta) es una sociedad esquizofrénica que tiene la capacidad de enviar instrumentos a otro planeta para estudiar la composición de sus rocas, pero permanece indiferente ante la muerte de millones de personas.
Ir a Marte parece más fácil que ir al prójimo"
José Saramago
(Es que acabo de escuchar las noticias de las seis)
Redoble de tambores. En cada lugar del campo de batalla todo son tambores. Las armas preparadas, el ánimo tenso. Y sin embargo, todos están listos de papeles. Y lo saben. Porque la batalla está perdida de antemano. No quedan lugares que explorar, el desenlace se reduce a ese punto concreto, un lugar de desesperanza y fatalidad.
Se trata de elegir un final, un momento en el que cualquier significado se reduce a eso, a un final. Se estrellarán con toda intención en los filos de otras voluntades.
Merece la pena. Terminar así, mejor que de cualquier otra manera.
Al fin y al cabo, es ella. Toda una mujer. Qué otra causa, si no, puede arrastrar los pies hasta el preciso momento en que no hay donde sostenerse. Toda una mujer. Merece la pena.
La directora del Instituto de la Mujer, Miriam Tey, también conocida por ser editora del libro Todas putas en el que se hacía apología de la violación a mujeres y niñas, acaba de cesar en su puesto a una señora que llevaba 19 años desempeñando su labor, Ana Mañeru Méndez, la jefa del Programa de Educación y Cultura del Instituto. Dicho cese no tiene otro motivo que la actitud crítica que Ana Mañeru mantuvo en su momento por la edición del libro mencionado.
Es una vergüenza que no se publicite una noticia así, que haya que enterarse por terceros o en alguna página después de mucho navegar. Como suele suceder en este país, una mujer que debería representar ciertos valores y actitudes frente a los comportamientos que denigran y cosifican a la mujer y que ha permitido la publicación de un libro que los justifica, no sólo no ha sido destituida de su puesto, sino que ahora se permite reestructurar el Instituto a su gusto, con una clara motivación de represalia. Y para ponerle la guinda, el ministro Zaplana ha declarado públicamente su apoyo a esta señora, porque considera que el asunto de Todas putas se solventó razonablemente.
No sé a vosotros, pero a mí me da mucho miedo que puedan ocurrir estas cosas y que no se mueva nadie, ni nada se escuche. No se trata de un bombardeo injustificado en el quinto pino de Oriente Medio, por el que se movilizó todo un país. Se trata de nuestras madres, hermanas, hijas, amigas... Y que Miriam Tey, ella sí una verdadera meretriz del poder, actúe impunemente con el apoyo del gobierno... es escandaloso.
Existe un lugar donde se puede firmar para unirse a la protesta que los trabajadores del Instituto de la Mujer han formulado respecto a la decisión de cese de Ana Mañeru. Os pido por favor, y por conciencia, que le echéis una mirada y dejéis vuestra firma. Esta es la dirección:
http://www.redfeminista.org/sub/atropellos.asp
También os dejo aquí otros enlaces a lugares que hablan tanto de la noticia del cese como de lo que ocurrió en su tiempo sobre la publicación del libro del otro demente:
http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1275771133.html
http://www.redfeminista.org/Noticia.asp?ID=562
http://www.cadenaser.com/articulo.html?xref=20031103csrcsrsoc_7&type=Tes
http://www.panorama-actual.es/noticias/not119346.htm (apoyo del ministro)