cuadernillo desencuadernado

20 de Noviembre 2003

A continuación copio el texto íntegro de un correo enviado al foro de psicología por el que pululo desde hace un par de años. Me pareció muy interesante, porque hace una distinción muy práctica sobre dos tipos de afecto muy diferentes, y que tienden a confundirse. Lo escribe Fátima, licenciada en psicología.


El amor ya está definido sin tópicos culturales (vease Psicología social). Principal componente del amor: preocupación por el bienestar del otro. Todas las clases de amor, filial, fraternal, romántico (se refiere al amor de pareja) comparten esa característica.

Este artículo que parece ser banal no lo es, muy al contrario, precisamente nosotros culturalmente entendemos amor como enamoramiento y de ahí la cantidad de sufrimiento gratuíto que vemos por el mundo causado en la mayor parte de las ocasiones por un error de concepto.

Ya hemos oído en alguna ocasión que el amor suele durar como máximo unos tres años, y después nosotros llamamos cariño, costumbre, etc. a lo que queda en una pareja.

Pues no, lo que dura esos tres años arriba o abajo es el enamoramiento como búsqueda de recompensa, ese estado en el que lo único que nos importa es la satisfacción de nuestros anhelos, esa ceguera que nos impide ver en multitud de ocasiones que lo que nosotros queremos puede no ser bueno para nuestro objeto de enamoramiento.

En esas ocasiones cuando llega una ruptura nos encontramos con un sujeto frustrado, llegando incluso a la malignidad, a las más retorcidas tretas por conseguir su recompensa. Y en más de una ocasión yo he escuchado: ¡es que yo lo amo, o la amo!

Diferente es pues del amor. Si el amor es una emoción compleja compuesta entre otras cosas de la preocupación por el bienestar del otro, se prioriza ese bienestar aunque ello signifique la renuncia al objeto amado. Y esa renuncia no provoca frustración muy al contrario. Puede sentirse uno triste, o melancólico, u otras cuantas cosas más, pero jamás frustrado.

Y eso es lo que puede durar toda una vida, el amor.

Tenemos miles de ejemplos prácticos de esta confusión de conceptos, incluso tenemos dichos populares como: "un clavo saca otro clavo", estas prácticas contrarrestan la frustración que provoca el no conseguir la recompensa, se busca otra y punto. De ahí también ese simil con el TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo) que ya comenté en una ocasión al analizar la conducta de un sujeto, en realidad un sujeto enamorado está obsesionado y sólo calma su ansiedad con un ritual concreto.

Torpemente (mientras no había confirmación empírica) algunos distinguiamos esto como amar mal (enamoramiento) o amar bien (amor).

Yo creo que el único camino hacia la felicidad es conocerse a uno mismo y estás cosas nos proporcionan mucha información, si yo sé que estoy simplemente enamorada y ese enamoramiento no es correspondido no tengo por qué tirarme por la ventana, porque no es amor, y ¿que significa eso? que no he encontrado a la persona adecuada.

No sé si he conseguido explicarme, pero tenemos miles de personas rompiendo parejas, deprimidas o desesperanzadas que no tienen realmente por qué sentirse de ese modo, todo su sufrimiento parte de una "distorsión cognitiva".

Un amoroso saludo a todos,

Fátima

Comentarios:

  1. Con lo que me gusta a mi llevar la contraría... Y no, esta vez no puedo, estoy completamente de acuerdo con Fatima.

    Posteado por fatalidad - 20 de Noviembre 2003 a las 01:37 PM

  1. todo lo k dice coincide con igo es muy buen tu comentario y k exista una oagia de etsas

    Posteado por carolina vargas - 18 de Noviembre 2004 a las 06:09 AM

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