Final de año. Y un poco final de todo. Hoy, señores, me tocó pringar. Como los buenos, de esos que mantienen el país mientras los demás se maltratan el hígado. Pero sin renconres, ¿eh?
Fin de año nefasto para servidor. Y no porque me haya tocado pringar, no... Los asuntos van por las esquinas del quore. A mi edad, qué menos. El dilema es aparentemente sencillo.
Una mujer que se resiste a abandonar mi almacen de esperanzas -aunque resulte cursi, vamos a llamarlo así-, y otra, novedosa, joven, fresca, encantadora, que me revienta los esquemas y me deja tirado tarde tras tarde echándola de menos.
Son dos años de novela, de sí y de no, de ven pero vete, de si tuvieras... Una puta pesadilla. Y ahora aparece esta niña -veintidos añitos, dios mío, dios mío- y me vuelve del revés a mí entero. Y mi revés no es nada bonito, lo juro, pero la chica -irá drogada- lo encuentra atractivo. Y a mí, ¿qué se me ocurre? Negarla, rechazarla, decirla que no a los besos y al sexo porque yo soy un chico íntegro y no voy apostando al perdedor con mozas jovenzuelas.
Bien. ¿Me merezco una patada en los huevos? Cierto. Y dos. Pero en mi enfermedad crónica, o sea, hipotecar un presente por una mujer que no existe, que aún no existe, parece incurable. Me gustaría que algún o alguna voluntaria ofreciera remedio. Pero parece más bien difícil.
Y como soy consciente de esa dificultad sin solución, me encierro, me aislo, y quedo a oscuras con mirada de quinceañero, con sonetos de quiceañero, solo sin necesidad de nadie -por mis cojones-, y pensando que ésta puede ser como cualquier otra noche, una noche para los inconclusos, para los que quedan a mitad de una palabra, a mitad desheredados, a mitad gilipollas, a mitad del punto y final.
Uh mi jaquesa asesina no me permite ser extenso... pero tio que tienes que ir depositando las historias viejas donde mejor estan: el archivador. Redecora tu vida con una moza de la segunda decena
Posteado por naym - 1 de Enero 2004 a las 02:10 PM