Una cosa es una cosa, y otra, otra. Y con este axioma tan contundente pretendo dar por terminada la temporada lírica en este blog. Me rebelo contra el impulso de dar voces desesperadas y dramáticas anunciando mis penas. Para mi gusto, la prosa es demasiado explícita y demasiado limitada para contener las trascendencias personales de servidor. Releo y parece que la trivialidad ha tomado al asalto cada línea, cada párrafo. Me enternecen las personas que viven para los afectos, pero yo no deseo ser así. Me niego. Y cuanto más me niego, más evidente resulta la tendencia contraria. Es muy desagradable el sentimiento de vulnerabilidad cuando se expresan sentimientos o cuestiones importantes para uno, aunque se estampe de frente con el impulso de compartirlos.
Punto y final. O casi.
Kon que nos deleitarás pues?
Posteado por Kors0 - 31 de Octubre 2003 a las 05:14 PM