¿Qué putas puedo hacer con mi rodilla,
con mi pierna tan larga y tan flaca,
con mis brazos, con mi lengua,
con mis flacos ojos?
¿Qué puedo hacer en este remolino
de imbéciles de buena voluntad?
¿Qué puedo con inteligentes podridos
y con dulces niñas que no quieren hombre sino poesía?
¿Qué puedo entre los poetas uniformados
por la academia o por el comunismo?
¿Qué, entre vendedores o políticos
o pastores de almas?
¿Qué putas puedo hacer, Tarumba,
si no soy santo, ni héroe, ni bandido,
ni adorador del arte,
ni boticario,
ni rebelde?
¿Qué puedo hacer si puedo hacerlo todo
y no tengo ganas sino de mirar y mirar?
(J. Sabines)
Y poco más que decir...
«¿Qué putas puedo...?»
La verdad es que nunca había leído esa forma de interrogación, pero tiene algo, eh, tiene algo. Voy a probar a utilizarla en la «vida real», para saber cómo reacciona la gente.
Saluti.
Posteado por Danuto - 30 de Octubre 2003 a las 12:55 AM