cuadernillo desencuadernado

14 de Octubre 2003

Clasificación de gente y “cosas” en cualquier plantilla de trabajo:

1) El pelota. Un clásico. Cuando hay problemas es de los primeros en organizar el movimiento contra los jefes, a la vez que traicioneramente los informa, y se desmarca de la postura general en el último segundo. Las manchas en las rodilleras y la columna vertebral articulada para facilitar las reverencias le delatan.

2) El cagón. Vive constantemente acojonado con las posibles broncas o represalias del jefe, por quien ha desarrollado un rencor que roza lo patológico. Sufre de estrés, y siempre gasta mal humor con los compañeros. Cuando se acerca el jefe a su puesto se activa su sistema nervioso simpático. En situación de conflicto, no quiere saber nada sobre posibles medidas grupales. Suele tener hijos y un marido o esposa con mucho carácter. Es un pelota en potencia.

3) El adelantado. Destaca en las situaciones difíciles con los jefes. Es el primero en proponer medidas y reclutar a compañeros por la causa. Se diferencia del valiente porque en el momento de dar un paso al frente, empuja al prójimo más cercano. Eso sí, luego es capaz de escribir todo un ensayo sobre su iniciativa y arrojo en ese tipo de asuntos. Los compañeros ya le tienen calado.

4) El competente. Le gusta su trabajo, o eso parece. Se mueve rápido y siempre está haciendo algo. Trabajar con él es un coñazo, porque da mucho que hacer y te deja en evidencia con la labor realizada a lo largo del día, y con el café de media mañana cuando te deja tirado para continuar con sus labores.

5) El valiente. Es el que se encara con los jefes y dice las cosas como son. Está en la puta calle desde hace tres meses.

6) El pringado. Por causa de alguna tara, manía, defecto estético o intelectual, es blanco de todo tipo de bromas, cotilleos y puteos. Sin fútbol, jefes y pringados, en el lugar de trabajo nadie sabría de qué hablar.

(Esta clasificación no tiene ninguna garantía científica. El autor admite que es incompleta, parcial y a partir de la propia experiencia. Cualquier reclamación, al maestro armero)

Comentarios:

  1. Y luego esta el jefe...

    Posteado por fatalidad - 14 de Octubre 2003 a las 10:26 AM


  1. Si, que normalmente hay que ser tonto para llegar a serlo...

    Posteado por Srta.Vainilla - 14 de Octubre 2003 a las 01:03 PM

  1. Te falta el que se pasa el día diciendo cuanto trabaja, que te dice a que hora salio ayer de la oficina. Claro esta, no te comenta a que hora entro, ni cuantos cafes se ha tomado durante su corta mañana. Y no te dice que salio tarde porque se quedo navegando. Además este tipo de persona es como un ventilador - pero en vez de impulsar el aire - impulsa hacia todos los que estan a su alrededor la mierda o los marrones (por ser mas fina) habidos y por haber.
    Y el siempre de rositas, pero claro trabaja mucho. Son muy peligrosos.

    Posteado por les - 14 de Octubre 2003 a las 02:34 PM

  1. Pues menos mal que admití que estaba incompleto, si no me hundís en la miseria :P

    Bueno, si reunimos datos nos hacemos un estudio como el que describe Les en su último post, lo mismo nos forramos (50% para mí, por dar la idea)

    Posteado por Areté - 14 de Octubre 2003 a las 04:16 PM

  1. Discrepo que haya que ser tonto para llegar a ser el jefe...

    Posteado por fatalidad - 15 de Octubre 2003 a las 10:18 AM

  1. Pues a mi me ha resultado completito el asunto. He estado poniendole nombres a todas tus descripciones. Y todas encajaban!
    Yo también discrepo en que haya que ser tonto para llegar a ser jefe. Hay que ser Hijo de la gran Puta que los parió a todos!!

    Posteado por Jane DiFranco - 16 de Octubre 2003 a las 11:15 AM

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